¿Cuándo vencen realmente los medicamentos vencidos?

 

Hace un par de semanas escuché en un noticiero radial el audio de una mujer que solicitaba la donación de diversos insumos para enviar a Corrientes con motivo de los incendios. Cuando mencionó que necesitaban medicamentos aclaró que podían ser incluso medicamentos vencidos porque aunque no sirvieran para uso en humanos servían para los animales. Desde ya que esta aseveración es un gran error pero quizás fue tomada como válida por muchos ya que luego, en ese mismo día, escuché en un noticiero televisivo a otra mujer que estaba clasificando donaciones de medicamentos en la Casa de Corrientes, pedir que por favor, además de no enviar productos inútiles para la ocasión, como tintura para el pelo, tampoco enviaran medicamentos vencidos.  La cuestión es que me pareció interesante aclarar algunos puntos sobre el vencimiento de los medicamentos y ya que estamos hacer una mención también sobre el vencimiento de los suplementos nutritivos.

Para empezar hay que decir que la venta, circulación, distribución, etc. etc. de medicamentos vencidos está prohibida por ley, así que de movida tenemos un inconveniente importante con esto de solicitar y distribuir medicamentos vencidos, pero me quiero referir a cuestiones técnicas y no a los aspectos legales ya que estos no se basan en ninguna evidencia científica. Con respecto a los dichos de la mujer, si un medicamento perdió su eficacia en humanos por el hecho de haber vencido, también tiene que haber perdido su eficacia en animales, o a la inversa, si luego de haber vencido mantiene su eficacia en animales también la mantiene en humanos. De la misma manera, si un medicamento se hubiera transformado en una sustancia tóxica para humanos luego de su vencimiento, también sería tóxico para animales. Siempre hablando de dosis equivalentes entre humanos y animales en relación a su peso. Llegado a este punto se me viene automáticamente a la memoria la escena de la película Relatos Salvajes en la cual uno de los personajes se pregunta si un veneno vencido mata más o menos que uno que aún no venció.

La siguiente cuestión es, ¿entonces, se pueden usar medicamentos vencidos? ¿Hasta cuánto tiempo pasado la fecha de vencimiento se puede usar un medicamento? Estas son preguntas que me han hecho decenas o quizás cientos de veces, no solo con respecto a los medicamentos, también en relación a los suplementos nutritivos. A veces luego de la pregunta me agregan la frase el médico me dijo que hasta 6 meses (puse 6 por poner un número) después del vencimiento el medicamento sigue siendo efectivo. Ahí debo empezar por explicarle al paciente que en general el médico no tiene una mínima idea sobre cómo se estima o calcula el vencimiento de los medicamentos y que se olvide por completo lo que el médico le dijo. Y la respuesta no es tan simple como un sí o un no.  Veamos que le puede suceder a un medicamento pasada su fecha de vencimiento:

Que se transforme en algo tóxico: Esto casi nunca ocurre, sucede con muy pocos fármacos y el ejemplo clásico es de los antibióticos que pertenecen al grupo de las tetraciclinas.

Que pierdan la esterilidad: Esto sucede principalmente en presentaciones multidosis que han sido usadas y que pierden la esterilidad una vez abiertos incluso antes del vencimiento, por eso se recomienda que por ejemplo los colirios (medicación para los ojos que debe ser estéril) no se guarden una vez finalizado el tratamiento ya que se contaminan.

Que pierdan efectividad: Esto es lo que sucede en la mayor parte de las drogas, disminuyen su efectividad ya que con el tiempo se van degradando, pero en porcentajes variables para cada droga en un tiempo determinado y también dependiente de las condiciones de almacenamiento.

 

Si la normativa sobre el registro de medicamentos dijera por ejemplo que el principio activo no puede tener una concentración que esté por debajo o por arriba del 3% de lo indicado en el envase, está claro que un medicamento que perdió un 10% de su actividad incumple con la norma y desde un punto de vista legal es un medicamento vencido, pero desde el punto de vista farmacológico un medicamento que perdió un 10% de su actividad (o incluso más) puede aún mantener un notable efecto terapéutico, especialmente aquellos medicamentos que tienen un amplio rango de dosis terapéuticas. Desde la década del 50 tomó impulso en la industria el concepto de obsolescencia programada, el cual ya se venía aplicando desde principios del siglo pasado con las lamparillas eléctricas cuando las empresas que las fabricaban se pusieron de acuerdo para disminuir su vida útil. De a poco los industriales lo fueron aplicando a diversos productos. Se denomina así a los procedimientos que usan los fabricantes para que los productos se vuelvan inservibles u obsoletos una vez transcurrido un período de tiempo determinado. El objetivo es generar mayores ingresos debido a compras más frecuentes. Posiblemente a muchos de ustedes les habrá pasado de comprar un electrodoméstico y que casualmente dejara de funcionar poco tiempo después de expirada la garantía. Hay diversas clases de obsolescencia programada o maneras de instrumentarlas, y la manera más simple de hacerlo en medicamentos y alimentos es reducir la fecha de caducidad, dando la idea que el producto ya no sirve o es peligrosa su ingestión cuando aún son perfectamente utilizables o incluso mantienen intactas todas sus propiedades, sin ningún riesgo para la salud, más allá del riesgo intrínseco que todo medicamento posee. Hasta hace algunas décadas muchos medicamentos no indicaban la fecha de vencimiento.   En 1979 la FDA en los Estados Unidos obligó a los laboratorios a indicar una fecha en el envase. Cualquiera podría pensar que esto es la acción de una agencia regulatoria obligando a los laboratorios a trabajar correctamente en pos de la salud pública, pero ampliando la visión queda claro que el principal beneficiario de esto son los laboratorios, a ellos no les conviene que los medicamentos estén muchos años almacenados en los estantes de las farmacias o en el botiquín de los usuarios, así logran mayor rotación y en definitiva mayores ventas. Así que no sería descabellado pensar que esto que parece una regulación a los laboratorios haya sido hecho de común acuerdo para beneficiar a los laboratorios pero disfrazado de una protección a la salud pública. Cuando se estudian las políticas de medicamentos es fácil darse cuenta que en muchos países (y la Argentina es uno de ellos), los entes reguladores a menudo priorizan defender el interés de los laboratorios en detrimento de la salud de la población. Pero entonces, se puede  o no se puede usar un medicamento que esté vencido, y en realidad, para cada producto de manera individual no lo sabemos, ya que cuando un laboratorio indica una fecha de vencimiento en realidad  ha hecho estudios de estabilidad que le permite asegurar la eficacia del producto hasta esa fecha pero no han estudiado que ocurre luego de esa fecha, o sea que el producto bien podría funcionar mucho tiempo después de la fecha indicada en el envase. Hay muy pocos estudios que hayan analizado que sucede con la estabilidad de medicamentos a largo plazo  pero la mayoría de ellos reafirman la idea que muchos medicamentos mantienen su efectividad superada la fecha de caducidad, entre ellos hay un estudio muy grande hecho por el ejército de los Estados Unidos. Los militares habían acumulado 1000 millones de dólares en medicamentos caducados y debían destruirlos y reemplazarlos todos en un período de 2-3 años, pero antes de empezar con el proceso decidieron hacer pruebas para ver si extendían el plazo durante el cual podían seguir utilizando sus medicamentos. La FDA realizó pruebas de potencia a más de 100 de estos medicamentos, los resultados demostraron que el 90 % eran efectivos y seguros hasta 15 años después de haber caducado. De todas maneras llevar esto a un consejo práctico no es sencillo. En farmacología hay que tratar de eliminar cualquier duda siempre que sea posible, entonces desde ese punto de vista debería decir que ante la duda si un medicamento está apto o no, lo aconsejable es no usarlo, pero podemos hilar más fino y decir, si tu vida depende de un medicamento no uses un medicamento vencido, por ejemplo, si eres diabético insulinodependiente descarta una insulina vencida, pero si te despiertas a las 3 de la mañana con un dolor de muelas y tienes un analgésico vencido pero que estuvo adecuadamente guardado y está en su envase original intacto, yo lo usaría, aunque hayan pasado varios años desde su fecha de vencimiento. Prefiero expresarlo así en primera persona para que se entienda que esto es lo que yo haría pero no debe tomarse como un consejo para un paciente individual ante una situación particular, el manejo de medicamentos es un tema complejo desde todo punto de vista, aunque las infames publicidades de los laboratorios nos quieran hacer creer que los medicamentos de venta libre son seguros y que su uso no implica ningún riesgo, que nos insten a empastillarnos y seguir a todo ritmo en vez de parar cuando no te sentís bien, o que hagan apología de la automedicación o de la recomendación no profesional (así vemos humoristas, cocineros, actores o conductores dando consejos al respecto) mientras el ANMAT y el Ministerio de Salud miran para otro lado y algunas asociaciones médicas avalan dichos avisos en vez de velar por una atención médica de calidad. Y no estoy hablando de un peligro potencial sino de un peligro real y medible. Los datos más recientes que pude encontrar son de una encuesta del año 2007 por la cual se estima que en Argentina el mal uso de medicamentos provocas unas 100.000 internaciones al año de las cuales más de 700 terminan en muerte. Entonces el único consejo general válido que se puede dar es que en todo lo relacionado a un medicamento debe consultarse con el farmacéutico de confianza ya que es el único profesional especializado en fármacos.

No puedo terminar sin dedicarle unas líneas al vencimiento en los alimentos. Hemos llegado al absurdo de ponerle vencimiento a los alimentos no perecederos. No hay que ser muy astuto para darse cuenta que los términos no perecedero y fecha de vencimiento no maridan muy bien cuando se aplican al mismo producto. En realidad lo que esa fecha indica es  “consumir preferentemente antes de “, en vez de vencimiento, lo que inglés se menciona en las etiquetas como “Best before to”, pero esto no se aclara adecuadamente en los envases y la gran mayoría de los consumidores lo toman como una fecha de vencimiento. Es más, en algunos productos no perecederos hechos en la Argentina el fabricante coloca la leyenda en ambos idiomas de la siguiente manera: Consumir antes de / Best before, o sea, en español lo expresan de manera categórica, casi imperativa, no dando lugar a un posible consumo luego de la fecha, mientras que inglés (mejor antes ) dejan la puerta abierta para un consumo posterior Lo que le puede suceder a un alimento no perecedero es que se le alteren los caracteres organolépticos, por ejemplo que un paquete de fideos se ponga rancio, pero esto no implica que no se pueda consumir (más allá de la alteración del sabor), incluso siguen manteniendo gran parte de sus propiedades nutricionales. Ahora bien, ¿este cambio ocurre de manera inmediata una vez que se llega a la fecha señalada? desde ya que no, sucede con los alimentos lo mismo que con los medicamentos, los fabricantes garantizan la validez del producto hasta la fecha indicada pero ello no implica que no se puedan consumir con posterioridad. Y dado que los estudios de estabilidad son relativamente caros, en realidad no todos los fabricantes los realizan y las empresas chicas simplemente usan el mismo lapso de aptitud que las empresas grandes, las cuales se supone que han hecho los estudios de estabilidad correspondientes. Esto mismo en general es aplicable a los suplementos nutritivos.

Como reflexión final puedo decir que la cuestión acerca del uso de medicamentos vencidos no es simple, hay muchos datos que no conocemos y no se pueden dar consejos generales, Es evidente que la relación entre pérdida de potencia terapéutica y fecha de vencimiento no es exacta, una gran cantidad de medicamentos mantienen una potencia superior al 90 % en un periodo que supera hasta en décadas la fecha de vencimiento sin generar una toxicidad importante. Por otro lado, un número considerable de fármacos podría disminuir a niveles sub-terapéuticos la potencia de sus principios activos pero no sabemos en cuanto tiempo esto ocurre, y otros, desarrollan una toxicidad considerable.

Por otro lado, las pérdidas financieras por caducidad de los medicamentos que se verifican en los sistemas de salud y en los hogares de los pacientes son enormes.

La industria farmacéutica es el único nivel de la cadena de comercialización que se beneficia con lapsos de aptitud cortos, pues esto genera constantes necesidades en el mercado farmacéutico. Existe un grave conflicto de intereses, pues la industria es quien fija dicha fecha de vencimiento.

El tema del vencimiento de los medicamentos es un problema serio y en un mundo donde gran parte de las políticas de medicamentos la imponen los fabricantes de los mismos, no parece ser un problema de fácil solución.

                                          Dr. Fabián H. Lavalle

            Farmacéutico  M.N. 11060  /   Bioquímico M.N. 7208

 

 

 

 

 

 

 

 

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