Requerimiento de proteínas para maximizar la síntesis de proteína muscular luego de sesiones repetidas de ejercicios de fuerza en mujeres jóvenes entrenadas.
Cuál es la
ingesta adecuada de proteínas en los deportistas, así como cuál es el mejor momento
para ingerirlas y la dosis máxima por toma es un tema sujeto aún a gran debate
y controversia, pero de a poco se van sumando estudios que nos ayudan a tomar
mejores decisiones. Cuando aparecen este tipo de estudios, con ingestas de proteínas
“relativamente altas” no puedo evitar recordar mis primeros pasos en la
nutrición deportiva, hace más de 30 años, cuando éramos muy pocos los
profesionales que nos dedicábamos a la nutrición y suplementación deportiva y éramos
menos aun los que además hacíamos deporte competitivo o estábamos muy ligados a
él, y especialmente estábamos relacionados con el fisicoculturismo, que por
aquellos días era el único deporte en el cual se le prestaba verdadera atención
a la nutrición y la suplementación. Esto nos brindaba un gran bagaje de
observaciones clínicas y evidencia empírica. Por otro lado, había muchos
profesionales que se iban sumando a la incipiente nutrición deportiva, pero muchos
trataban a sus pacientes deportistas con los conocimientos adquiridos en la
facultad, que estaban orientados al tratamiento de pacientes enfermos y querían
aplicarlos tal cual al paciente sano deportista. Particularmente las ingestas
altas en proteínas les aterraban, si uno sugería una ingesta diaria de
proteínas entre 2 a 2,5 g/kg de masa muscular te trataban de hereje, al que se
atrevía a sugerir hasta 3 g/kg de masa muscular podía ser crucificado. Y realmente no exagero,
más de una vez, dando alguna charla por aquellos años, algún profesional o estudiante me ha cuestionado
de manera agresiva. Siempre alertaban sobre el riesgo de daño renal con altas
ingestas proteicas, riesgo por cierto no comprobado en personas sanas con las
ingestas planteadas. En cuanto a la suplementación, era poca la variedad de
suplementos que había, y en general renegaban absolutamente de la
suplementación, basados en los pocos estudios que había, o a los que se podía
acceder, muchos de ellos de baja calidad, tengamos en cuenta que estoy hablando
de una época pre-internet, cuando la creatina o la proteína de suero de leche aún
no había llegado a la Argentina. Se obstinaban en recomendar que aún tratándose de un deportista de elite, no se necesitaba suplementar ya que con una adecuada alimentación era suficiente. Uno de sus referentes llegó a decir que los
suplementos eran el fraude del siglo. Por suerte hoy hay más amplitud de
criterios sobre el tema, pero siguen existiendo algunos talibanes. De hecho,
hay una frase que leo a menudo en redes y que dice “la nutrición es ciencia, no
es opinión”, considero que es al menos una frase poco feliz, entiendo que el
mensaje es aconsejar que para seguir una dieta hay que consultar al
nutricionista y no seguir a improvisados o mercaderes sin estudio que nos
aconsejen una dieta determinada, pero digo que no es una frase feliz porque la
nutrición no es una ciencia en el estricto sentido, puede serlo la nutrición
experimental, pero la nutrición clínica, como rama de la medicina, no es una
ciencia, por los mismos motivos que la medicina tampoco es una ciencia y que ahora
no voy a aclarar para no alargar mucho la nota, aunque muy resumidamente se
puede decir que la medicina es una práctica basada en ciencias, pero se
enfrenta a casos particulares con muchas variables imposibles de controlar, y
es a su vez un arte que se desarrolla a través de una relación humana entre el
médico y el paciente. Y en segundo lugar, ya sea suponiendo que la nutrición
sea una ciencia o aceptando que es una práctica basada en ciencias, justamente
si algo caracteriza a la ciencia es el debate y la opinión. De hecho, la ciencia ya
no se define como un conocimiento cierto e indudable (la antigua episteme de
los griegos en contraposición a la doxa), sino como una opinión justificable
mediante pruebas, pero generalmente las pruebas no son concluyentes. Y si
tenemos en cuenta que se puede definir la pseudociencia como toda práctica que
ignora u oculta la incertidumbre, cualquier forma de falsa precisión o que
causa una falsa ilusión de certeza puede tomarse como pseudociencia. En ciencia, la certidumbre, el dogma y la retórica no son convenientes, y en medicina la
arrogancia y la soberbia a veces hacen daño, por ello tampoco es conveniente menospreciar
o soslayar la experiencia clínica del profesional ni la evidencia empírica. Ahora,
vayamos al estudio en cuestión.
Hoy les
quiero resumir los resultados de un nuevo estudio publicado recientemente, en
el cual se observó que la ingesta de 30 gramos de proteína de suero de leche
luego de realizar ejercicio de fuerza estimuló de manera máxima la síntesis de
proteína muscular (SPM). Pero recuerden, es solo un estudio más, es lo que
sabemos hasta el momento, aún falta mucha investigación, y siempre recuerden que
el
saber científico es justamente provisional, probabilístico y refutable.
Introducción:
La masa
muscular esquelética está sujeta por un equilibrio dinámico, la proteína
muscular se pierde durante los períodos post absortivos y se reponen en los
períodos postprandiales y por lo tanto la proteína ingerida (PRO) es vital para
mantener este equilibrio dinámico dado que los aminoácidos esenciales (AAE) que
las constituyen y entre ellos la leucina en particular, son los más cruciales
de los nutrientes para el anabolismo muscular. El aumento en la SPM mediada por
PRO se inicia luego del transporte de AAE dentro de la célula muscular, donde
la leucina (aunque no exclusivamente) activa cascadas de señales celulares que
conducen al aumento de la SPM. El aumento en plasma de la disponibilidad de AAE
por suministro oral o intravenoso o por ingesta oral de PRO, estimula la SPM. El
ejercicio de fuerza (EF) en ayunas puede por sí solo estimular la SPM, pero
cuando se da junto con una alta concentración de aminoácidos en plasma (hiperaminoacidemia)
el estímulo es mayor y por lo tanto la ingesta de PRO luego del entrenamiento
de fuerza representa un componente importante para maximizar la adaptación del
músculo esquelético a este tipo de entrenamiento.
El tipo de PRO ingerida, el
momento de la ingestión y la cantidad de PRO ingerida en cualquier porción
determinada influye en la respuesta de la SPM después del ejercicio. La
dosificación óptima de PRO para maximizar la SPM ha sido objeto de mucho debate
y en hombres se propone que se encuentre entre 20 y 40 g de PRO o entre 10
y 20 g de AAE. Los estudios que han examinado el efecto de la PRO sobre la SPM luego
del ejercicio se han llevado a cabo en hombres, y la cantidad óptima de PRO que
necesitan las mujeres para mostrar la misma respuesta se desconoce. Mientras algunos
estudios han mostrado que la tasa de SPM en el estado postabsortivo de reposo
en individuos jóvenes no entrenados es similar en hombres y mujeres y la
respuesta a aminoácidos e insulina de la SPM también es similar en hombres
jóvenes y mujeres, hay poca evidencia disponible con respecto a la cantidad de PRO
requerida para estimular de manera máxima la SPM luego del EF en mujeres
entrenadas. También se sabe poco sobre la respuesta de la SPM luego de sesiones
repetidas de EF de cuerpo completo y como impacta la PRO en algún efecto producido
por las sesiones repetidas de EF, particularmente en mujeres entrenadas.
Por lo tanto, el diseño de este estudio estuvo
basado en:
a) el requerimiento de PRO para maximizar la
SPM en mujeres entrenadas permanece escasamente comprendido, b) se desconoce el
efecto de múltiples sesiones de EF y la ingesta de PRO sobre la SPM en mujeres
entrenadas, y c) entender mejor estos paradigmas conduciría a mejorar las
estrategias y recomendaciones nutricionales en atletas mujeres.
Diseño del estudio:
Para ello
se estudiaron 24 mujeres con un promedio de edad de 27 años, un índice de masa
corporal promedio de 24 y una experiencia en EF de alrededor de 7 años en
promedio.
Las
participantes realizaron dos sesiones de EF de todo el cuerpo. Inmediatamente
luego de cada sesión, las participantes ingirieron 3 dosis diferentes de
proteína de suero de leche, 15, 30, o 60 gramos.
Para
evaluar la SPM, se tomaron muestras, en diferentes tiempos, de sangre y saliva
y se realizaron biopsias del músculo vastus lateralis, o vasto externo, que es
el más grande de los músculos que componen el cuádriceps. Se cuantificó aminoácidos
de cadena ramificada y en particular leucina. Los tiempos de tomas de muestra
fueron los siguientes:
Antes de la
primera sesión de ejercicios, cuyos resultados se tomaron como valores basales.
4 horas
después de la ingestión de proteína luego de cada sesión de ejercicio.
Las
participantes realizaron la segunda sesión de ejercicios y 4 horas después de
la segunda bebida proteica (8 horas después de la primera bebida proteica) se
tomó la tercera muestra y se realizó la biopsia.
Finalmente,
a la mañana siguiente, 24 horas después de la primera bebida proteica y estando
las participantes en ayuno se tomó la cuarta muestra.
Después de
colectar la tercera muestra, o sea, 8 horas después de ingerir la primera
bebida proteica, se proveyó a las participantes con alimentos y bebidas que
contenían el total de sus requerimientos energéticos diarios, los cuales fueron
consumidos antes de las 10 PM de ese día.
Resultados:
Comparado
con las mediciones basales, la SPM aumentó en cada punto de muestra (a las 4
horas, a las 8 horas y a las 24 horas, solo en los grupos que ingirieron 30 y
60 g de proteínas, mientras que, en el grupo que ingirió 15 gramos de proteína,
la SPM no fue diferentemente significativa con respecto a la basal. A su vez la
magnitud del cambio en la SPS no varió entre los grupos de ingesta proteica de
30 vs 60 gramos, lo cual indicaría que no tendría ninguna ventaja realizar
ingestas post entrenamiento superiores a los 30 gramos en mujeres. Finalmente
resulta importante agregar que la ingesta proteica diaria total por kg de peso
corporal fue de 1,8; 2,3 y 3,2 gramos por los grupos que ingirieron 15, 30 y 60
gramos de proteína post entrenamiento, respectivamente.
Bibliografía:
Scand J Med
Sci Sports 2023 Dec;33(12):2470-2481. doi: 10.1111/sms.14506. Epub 2023 Oct
3.
Protein
dose requirements to maximize skeletal muscle protein synthesis after repeated
bouts of resistance exercise in young trained women
Dr. Fabián
H. Lavalle
Farmacéutico M.N. 11060 /
Bioquímico M.N. 7208
drfabianlavalle.blogspot.com
www.saturnargentina.com.ar
La información presentada en esta nota informativa de ninguna
manera sustituye el asesoramiento de un médico. Le recomendamos que consulte a
los profesionales de la salud que lo atienden (médico, nutricionista,
farmacéutico, etc.) si tiene interés o preguntas acerca del uso de los
suplementos dietéticos, y lo que podría ser mejor para su salud en general.
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